miércoles, 8 de agosto de 2012

Aturdida en el silencio.

Oh dulce ingenua no le sigas más, ¿No te has dado cuenta de que solo son mentiras, promesas esfumadas, palabras sin dueño? ¿No te ha bastado el sufrimiento? ¿Acaso y no ha sido suficiente? ¿No hay lección en las caídas?
Oh dulce e ingenua niña mía, eres tonta y enamoradiza, te he guardado durante tanto tiempo, te he encerrado, pero él te ha liberado, te secuestra... ¡Vuelve a mi querida esencia! No te alejes dulce niña, eres todo lo que soy, una niña.



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