sábado, 27 de octubre de 2012

En las nubes.-

Y fue un domingo cuando después de habernos emborrachado le prendimos fuego a la casa. Esa tarde ardieron nuestros mejores días, nuestros sueños más profundos. También quemamos algunos cucos que habíamos conquistado. Todo. cigarrillos, botellas, poemas imbéciles, tornillos, las fotos que nos habíamos tomado y los estatutos del club. En efecto, cumplimos con la única cláusula del reglamento que decía que si no podíamos detener el paso de los días debíamos mandar todo a la mierda, al cielo, al fuego.


1 comentario:

  1. me encnata este texto. No se, tiene un noseque que queseyo hahahaha. Me gusta la ultima parte, lo de mandarlo todo al cielo, al fuego. preciosoo

    Saludos de la chica de los chicles, que espera no tener que llegar hasta ese punto, pero que estaria encantada de quemarlo todo por el(:
    http://lachica-deloschicles.blogspot.com.es/

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